jueves, 20 de marzo de 2008

EL QUE DISPUTO LA JEFATURA A MORELOS


2 de febrero de 1832, Muerte de Ignacio López Rayón.

Fue de los primeros que se unió a Miguel Hidalgo en el movimiento de Independencia y encabezó el movimiento de independencia a la muerte del cura, disputándoselo a Morelos hasta la muerte de éste.

Nació en Tlapujahua, Michoacán, en 1773. Estudió en la universidad nicolaíta y más tarde se recibió de abogado en el Colegio de San Ildefonso. Tenía una brillante posición social y no dudó en sacrificarla por abrazar la causa de la Independencia.

En 1810, cuando Hidalgo se dirigía de Valladolid hacia la Ciudad de México, Rayón se le presentó ante él en Maravatío, para ofrecerle sus servicios, y el cura lo hace inmediatamente su secretario. Su primera ocupación fue redactar un comunicado, firmado por Hidalgo, convocando a los jefes insurgentes a una junta que tendría por objeto "reglamentar la revolución".

Fue nombrado además por Hidalgo, cuando creó el gobierno insurgente revolucionario, ministro de Estado y del despacho, y con ese carácter firmó junto con el cura el decreto de abolición de la esclavitud en México y derogación de tributos (29 de noviembre de 1810), y otro de un carácter agrarista, otorgando el goce exclusivo de las tierras de comunidad para los indios (5 de diciembre de 1810), entre otros pronunciamientos.

A fin de propagar las ideas revolucionarias de Hidalgo, López Rayón hizo que el doctor Francisco Severo Maldonado publicara el primer periódico insurgente: El Despertador Americano, órgano del movimiento de Independencia.
De él fue también la iniciativa de enviar un "agente diplomático", a Pascasio Ortiz de Letona, a los Estados Unidos, para negociar una alianza ofensiva y defensiva, arreglar tratados de libre comercio y adquirir pertrechos de guerra para hacer la independencia, y constituir a México en federación.

Estuvo presente en las batallas de Monte de las Cruces, Aculco y Puente de Calderón en donde, a riesgo incluso de su vida, logró salvar 500 mil pesos de los recursos de los insurgentes. Y cuando Allende y los demás jefes insurgentes se confabularon para arrebatarle a Hidalgo el mando supremo de la revolución, que se le había dado desde las juntas secretas de San Miguel y Querétaro, Rayón fue el único que defendió a Hidalgo y propuso que se dividiera el mando en militar y político, para que el cura quedara con el primero y un general con el segundo. Se culpaba a Hidalgo de las derrotas sufridas y en esa ocasión Allende y los demás jefes hasta llegaron a amenazar con asesinar al cura si no renunciaba al mando en favor de Allende.

Desaparecidos Hidalgo y Allende, López Rayón tomó el mando insurgente. El decía que éste se lo dio el propio Hidalgo, quien después de la derrota en Puente de Calderón, el 14 de marzo de 1811 ordenó la celebración de una junta en Saltillo, Coahuila con el objeto de nombrar a un jefe del Ejército que mantuviera encendida la llama de la rebelión, mientras Allende e Hidalgo marchaban a la frontera, con rumbo a los Estados Unidos para obtener su apoyo.
Decía López Rayón que en esa junta se eligió para el cargo a Abasolo y Joaquín Arias, por ser militares de carrera; pero que como no aceptaron, la responsabilidad recayó en él, en López Rayón, a quien se nombró además Jefe Supremo de la revolución. Esta versión que dio Rayón, y su cargo, los aceptaron algunos jefes insurgentes, pero la rechazaron otros tantos, calificando dicha junta de "ilegítima", en virtud de que Hidalgo siempre había sometido la elección de los cargos a plebiscito entre todas sus tropas.

Con el carácter pues de jefe del movimiento, al saberse la captura de los jefes Insurgentes en Baján, López Rayón se mantuvo en pie de lucha en Coahuila y luego en Zacatecas, estableciéndose finalmente en Michoacán. Se dice que a pesar de haber recibido una orden firmada por Allende, preso, de que entregara el mando a los realistas, se negó y continuó dirigiendo la revolución.

Intentó negociar la paz con el Virrey Calleja pero éste le respondió en forma despectiva y altanera, negándose a reconocerles beligerancia, y para resolver las discrepancias entre los insurgentes convocó a otra junta en Zitácuaro, la que tomó el nombre de Suprema Junta Nacional o Congreso Americano (19 de agosto de 1811), y en ella fue elegido Presidente, con Sixto Verduzco y José María Liceaga como vocales.

Contaba con el apoyo de la sociedad secreta "Los Guadalupes", que era aristocratizante y monarquista.

Como él mismo era monarquista, tuvo diferencias de fondo con Morelos. Mientras éste –al igual que Hidalgo- luchaba por un gobierno democrático y republicano, López Rayón planteaba la defensa de la monarquía española y el respeto de los derechos de Fernando VII como soberano de la Nueva España.
A pesar de esto, Morelos se sometió a la Junta, y poco después se incorporó a ella como un vocal más, distribuyéndose el mando entre los cuatro integrantes.

De 1811 a 1813 el gobierno colegiado presidido por Rayón tuvo el control del movimiento, si bien el único que realmente sostenía la guerra era Morelos. En ese contexto, López Rayón escribió el borrador de la primera Constitución de la Nación mexicana, pero Morelos la cuestionó. El quería una República y no una monarquía como proponía Rayón. Entonces escribió a su vez "Los Sentimientos de la Nación" y alrededor de estos hombres se formaron dos grupos antagónicos que pelearon por el control. Resultado de esto, Rayón desconoció a Liceaga y Verduzco, y estos, a su vez, lo desconocieron a él.
Morelos medió entonces y propuso sustituir la Junta por un Congreso con más integrantes representantes populares y en 1813 convocó al Congreso de Apatzingán.

Además de ser autor de la primera Constitución nacional, ese Congreso le dio todo el mando a Morelos y lo nombró Generalísimo. Sin embargo, Morelos sólo retuvo ese rango por escasos 3 meses, merced a las intrigas de los monarquistas, quienes en enero de 1814 recuperaron el control y de manera secreta lo desposeyeron de todo mando. Lo culpaban del estancamiento en que había caído el movimiento y de la destrucción del ejército insurgente, debido a las espectaculares derrotas de diciembre de 1813, en Valladolid, y enero de 1814, en Puruarán.

De este modo Morelos solamente retuvo el cargo de diputado del Congreso y en lo sucesivo no volvería a tener mando de armas. En cambio, el Congreso designó al diputado López Rayón comandante en jefe de las provincias de Oaxaca, Puebla, Veracruz y México, o sea, de todas aquéllas que habían sido liberadas por las fuerzas armadas del Sur. Y como las discrepancias continuaran también entre los propios integrantes del Congreso, resultado de las mismas, poco después, éste se dividió en dos. El que lideraba Rayón se trasladó a Cóporo, Michoacán, mientras otra parte de los jefes insurgentes se refugiaron en Jaujilla, también en Michoacán.

Este desacuerdo le trajo serias dificultades a López Rayón al grado de ser perseguido por los propios insurgentes. Asediado además por los generales realistas Iturbide y Llano, sostuvo un sitio de muchos meses, pero declarado traidor por negarse a reconocer la junta establecida de Jaujilla, según parece, fue el mismo Nicolás Bravo quien logró aprehenderlo y además, propició su entrega a los realistas.

A pesar de que éstos lo sentenciaron a muerte, no es ejecutado, sino que permanece en prisión hasta el 15 de noviembre de 1820 cuando es liberado con otros presos políticos.
Conducido a la ciudad de México, López Rayón es procesado y sentenciado a muerte, sin embargo, su ejecución fue aplazada y permanece en prisión de 1817 a 1820.

Ya libre, en 1821, don Ignacio López Rayón se adhirió al Plan de Iguala. Y realizada la Independencia, se le nombró Tesorero en el gobierno de San Luis Potosí. Alcanzó el grado de General de División, y también fue diputado, Comandante General de Jalisco y Presidente del Tribunal Militar.

Murió el 2 de febrero de 1832. Fue declarado Benemérito de la Patria y su nombre se encuentra inscrito en la Cámara de Diputados, con letras de oro.

2 comentarios:

dr oskar dijo...

Felicidades fFrancisco, soy un radioescucha de Ruiz Heally y de lo que mas me gusta este programa son tus intervenciones, y esa forma tan increible de narrar nuestra historia y la de los personajes de la misma.
Solo te pido a ver si tienes libros o publicaciones de este tipo.
Saludos y Felicidades.
Atte. Dr. Oscar G. Ornelas
mail oscargustavo680@yahoo.com.mx

dr oskar dijo...

Felicidades fFrancisco, soy un radioescucha de Ruiz Heally y de lo que mas me gusta este programa son tus intervenciones, y esa forma tan increible de narrar nuestra historia y la de los personajes de la misma.
Solo te pido a ver si tienes libros o publicaciones de este tipo.
Saludos y Felicidades.
Atte. Dr. Oscar G. Ornelas
mail oscargustavo680@yahoo.com.mx