lunes, 18 de mayo de 2009

31 de Marzo de 1926




Muerte del Gral. Angel Flores, militar revolucionario y candidato opositor a Plutarco Elías Calles en 1924.

Militar revolucionario y Gobernador del Estado de Sinaloa. Ángel Flores nació el 2 de octubre de 1883 en el pueblo de San Pedro, actualmente perteneciente al municipio de Navolato, Sinaloa.
Se sabe que durante los primeros años de su juventud fue grumete en el vapor «Altata» y que fue marinero en barcos de matrícula extranjera, en los que navegó por mares de todo el mundo. Quizá en esa etapa de su vida, plena de aventuras, haya adquirido el hábito de fumar en pipa, ganándose el mote de «El Cachimba», sobrenombre que lo identificó entre sus compañeros de armas años más tarde. Después de radicar algunos años en la ciudad de San Francisco California, Estados Unidos, Ángel Flores regresó a México y vivió en el puerto de Mazatlán donde trabajó en los muelles como estibador.
En 1909, participó activamente en las huestes mazatlecas que apoyaron la campaña política de José Ferrel Félix, candidato de los antiporfiristas a gobernador de Sinaloa, quien tuvo como contrincante a Diego Redo, rico hacendado de Culiacán, apoyado por el poderoso Secretario de Hacienda José Yves Limantour.
Se incorporó al movimiento armado de 1910, en Siqueros, Mazatlán. El formó su propia tropa con amigos y se unió a la guerrilla de Pomposo Acosta. Luchó por los postulados antirreleccionistas de don Francisco I. Madero, y al triunfo de la revolución volvió a su antigua ocupación en el muelle de Mazatlán.
Cuando el presidente Madero fue asesinado en febrero de 1913, se volvipo constitucionalista, uniéndose a las fuerzas rebeldes de Juan Carrasco y convirtiéndose en su lugarteniente.
En el Cuerpo del Ejército del Noroeste, comandado por el general Álvaro Obregón, Flores escaló velozmente grados militares por méritos en campaña. Durante el largo asedio al puerto de Mazatlán se distinguió por su valentía y bravura en los combates, lo que le valió obtener en sólo un año el grado de general brigadier. Para entonces, fines de 1914, comandaba el Sexto Batallón de Sinaloa.
En los días de la Convención de Aguascalientes tomó partido por Venustiano Carranza, y enfrentados carrancistas y villistas, combatió con éxito a las tropas del Centauro del Norte en Sinaloa y en Sonora. En 1915 participó en dos acciones de guerra que confirmaron su valía como militar: la ocupación de la Plaza de Navojoa, el 23 de enero de 1915, desde donde dirigió con valentía y decisión la defensa de la plaza cuando fue sitiada por los villistas, resistiendo varios meses el asedio, así como los ataques de los días 18 y 19 de abril, hasta que los atacantes declinaron en sus propósitos. Igualmente, a fines de noviembre de 1915, destacó en el sitio de Hermosillo, Sonora, cuando salió al frente de su columna y derrotó a las fuerzas atacantes dirigidas personalmente por Francisco Villa.
Tenía 9 heridas en el cuerpo que se hizo defendiendo a la Revolución.
De regreso a Sinaloa, fue designado gobernador y comandante militar, nombramientos que le otorgó Carranza como titular del Poder Ejecutivo de la Nación, tomando posesión de ambos cargos desde el primero de mayo hasta el 22 de octubre de 1916.
Compitió luego por la gubernatura constitucional contra el general Ramón F. Iturbe, pero fue derrotado por éste y abandonó la entidad, trasladándose a Navojoa.
En 1919, la XXVIII Legislatura del Congreso del Estado le autorizó un contrato de concesión para la implantación de la industria harinera en Sinaloa. Y un año después se adhirió al Plan de Agua Prieta, siendo factor importante para el triunfo de esta revuelta que puso fin al gobierno carrancista.
Como recompensa por sus servicios, alcanzó el grado de General de División, y fue designado además jefe militar de la División del Noroeste.
En ese mismo año, 1920, es nominado como candidato a Gobernador del Estado de Sinaloa, resultando electo. Tomó posesión del cargo el 27 de septiembre de 1920 en el teatro Apolo, en Culiacán.
Durante su período gubernamental (1920_1924), se dedicó a la reconstrucción económica de la entidad. Se opuso a los despojos agraristas y apoyó la agricultura. Fue el pionero de la irrigación en Sinaloa, pues se le acredita la construcción del canal «Rosales».
Tenía una visión distinta a los callistas del problema de la tierra. Creía que el objetivo no era tanto el reparto, pues sobraban tierras, sino hacer producir la tierra. Decía que había que impulsar la irrigación y darle facilidades a los propietarios de tierras y se oponía decididamente al agrarismo, al que consideraba instrumento de los líderes para sojuzgar a los campesinos a costa de la productividad.
Enemigo de la ostentación, no cabía en el bando de los vencedores, los sonorenses, y pronto tomó distancia de ellos. Poseía un espíritu recto y una gran popularidad por lo que en 1922, para alejarlo de la política, fue comisionado por el presidente Álvaro Obregón para realizar un viaje de varios meses por países europeos y asiáticos.
A su regreso, en 1923, inconforme con el curso gubernamental y derrotada la rebelión delahuertista, fue el único que se mantuvo como opositor del general Plutarco Elías Calles, candidato del obregonismo.
El 23 de agosto de 1923 lanzaron su candidatura a la Presidencia de la República grupos liberales, como el Sindicato Nacional de Agricultores, e hizo su campaña política en 16 estados de la República, cosechando simpatías y adeptos. Al principio se negaba a ser candidato, pero finalmente lo convencieron y se proclamó candidato del "verdadero pueblo", el "pueblo que paga y que produce lo que otros aprovechan y consumen", por lo que fue acusado de "derechista".
En cada lugar a donde llegaba para hacer su gira, era recibido a tiros por el Ejército. En Guadalajara le pusieron una bomba bajo el balcón donde iba a hablar. Y en Irapuato le hicieron disparos soldados vestidos de civiles.
Asqueada por los excesos del obregonismo y temerosa de la demagogia callista, según Vasconcelos la gente votó por Flores, pero las elecciones fueron una farsa. Carros blindados del Ejército con ametralladoras patrullaron las principales ciudades, tratando de amedrentar a los ciudadanos. El cómputo lo hizo el gobierno a su antojo y según las cifras oficiales apenas si obtuvo una docena de votos.
Al perder las elecciones, se retiró de la vida pública, pobre y decepcionado de la política, pero se dice que abrigando el plan secreto de levantarse en armas.
Murió sorpresivamente en la ciudad de Culiacán el 31 de marzo de 1926, en una habitación de la planta alta del edificio ubicado en la esquina de las calles de Rosales y Andrade, donde estuvo el hotel Granada. Algunos cronistas e historiadores han afirmado que murió envenenado con arsénico.
En febrero de 1929 así lo denunció públicamente el licenciado Gilberto Valenzuela quien fuera ministro de Gobernación de Calles, asegurando que tenía pruebas de que de la casa de Calles salieron quienes fueron a Sinaloa a matar con veneno al general Flores, porque "le tenía un miedo cerval".
De acuerdo a lo narrado por el mayor Santiago Gaxiola, jefe de ayudantes del general Flores, se tuvo que recurrir al auxilio de la caridad pública para sepultar a quien había sido el mejor soldado de la Revolución, según confesión del general Álvaro Obregón.
Para ese propósito, se colocaron sábanas de manta en un lugar céntrico de la ciudad donde la gente depositó monedas y billetes. Fue inhumado en el panteón civil de Culiacán. Muchos años después sus restos fueron depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres de Sinaloa.

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