jueves, 21 de julio de 2011

ELECCIONES AL ESTILO PRI… Y PAN

Iturbide, con la Independencia empezaron los fraudes electorales
Los procesos electorales vividos en los estados de Coahuila, Nayarit, Hidalgo y el Estado de México evidencian, sí, las grandes posibilidades que tiene el PRI de recuperar la presidencia en el 2012 pero también lo que los priístas son capaces de hacer para lograrlo, y lo poco que han cambiado en sus vicios y viejas prácticas.


Simplemente, en ninguno de esos cuatro estados hubo verdadera competencia –condición indispensable de la democracia- porque no existió igualdad entre los contendientes. A las cuatro elecciones fue el PRI en mayor o menor medida con las cartas marcadas, siempre con clara ventaja.

Para asegurar esa ventaja, en el Estado de México modificaron la legislación electoral a fin de acomodar las elecciones a los intereses del gobernador y del PRI, quienes además contaron desde el principio con el aval del Instituto Estatal Electoral, el cual se convirtió de hecho en parte de la estructura gubernamental y priísta para favorecer a su candidato.
De nada valieron las denuncias de la oposición, la evidencia, por ejemplo, del video en el que fue captado un funcionario en una reunión entre priístas y autoridades de Chalco revelando el plan gubernamental para coaccionar masivamente la compra de votos en favor de Eruviel Avila. Los consejeros del IEEM, en lugar de sancionar el hecho, turnaron el caso a la contraloría estatal, encabezada por otro priísta quien, desde luego, no hizo nada ni sancionó a nadie. Y lo mismo pasó con la prohibición de difundir propaganda oficial, con los actos anticipados de campaña y con el excesivo gasto en que incurrió el PRI, que rebasó con mucho los límites legales. Para todo hubo salida y olvido.
En Coahuila, igual. Con tal de asegurar la sucesión dinástica de los hermanos Moreira no se escatimó en poner descaradamente a su servicio el aparato gubernamental completo, auxiliado y encubierto siempre, también, por el organismo electoral, cuya actuación se puso en entredicho desde el año pasado mediante denuncias de corrupción y manejos dudosos del presupuesto pero que por si fuera poco quedó al descubierto en su sumisión al PRI gracias a una conversación que trascendió, vía mensajes de texto, entre el consejero Manuel Gil Navarro y el representante del PRI Ramón Verduzco que le pedía orientar su voto en cierto sentido. Después de votar como le pedía el priísta, Gil Navarro le escribió: “va a favor y por un cariñito”.
En Hidalgo, en el colmo, hubo hasta brigadas de choque priistas, brigadas provenientes del Estado de México, dedicadas lo mismo a comprar votos que a quemar urnas. Se registraron actos de violencia aún antes del día de la elección, particularmente en la región de la huasteca, y por supuesto no faltaron los “regalos”, cemento, varilla, despensas, etc., otorgados con recursos oficiales.
En Nayarit, el mandatario priísta Ney González fue denunciado por todos los partidos ante la Fepade por su ostensible intromisión en las campañas y violaciones a la ley por promoción de obra pública.
Pero lo peor es que estos actos no se redujeron a los priístas
No se piense que las mañas y las trampas son privativas del PRI. Lo más triste de nuestra realidad política es que el PAN en el gobierno no ha movido un dedo para cambiar las cosas. Y así se vio ahora, también, en varios estados. En Coahuila, por ejemplo, adonde el dirigente estatal del PRI, José Luis Flores, acusó a Felipe Calderón de utilizar el aparato del Estado para investigar a funcionarios coahuilenses con tal de inducir a los electores. Y en Nayarit, adonde se presentó una grabación de un funcionario que decía tener indicaciones de beneficiar a los aspirantes panistas y se acusó el delegado de la Sedesol en esa entidad, David Rivera Bernal, por desvío de recursos y programas sociales a favor de la candidata del PAN a la gubernatura Martha Elena García.
Dirán que no esto no sólo pasa en México, que es “la condición humana”; pero el hecho es que cada país ha resuelto sus elecciones mediante leyes que garantizan más o menos su transparencia y confiabilidad. Es decir, que gracias a eso no son lo mismo las elecciones en Estados Unidos o en Francia que en México o en Honduras. Y no por razón de raza o condición económica, por cierto, sino por algo muy simple: por el marco legal e institucional que en cada uno de estos países rige. El punto es que México viene de una tradición antidemocrática muy acendrada que no hemos sabido o querido superar. Prácticas amañadas para torcer la voluntad de los ciudadanos que no datan de hace unos años sino que nacen junto con la nación. Y muy seguramente nos vienen de mucho antes.
Nuestras primeras elecciones, las de 1822 para elegir al Congreso Constituyente, se dieron en medio de anomalías serias. Unos diputados fueron electos de acuerdo a la Constitución española, otros de acuerdo a la convocatoria de la Junta Provisional Gubernativa y otros más por mero nombramiento del “hombre fuerte” del momento, Agustín de Iturbide. Y las segundas, las de 1826, que fueron para elegir los congresos estatales que dos años después iban a tener la facultad de elegir a su vez a nuestro segundo Presidente, fueron según Michael P. Costeloe en muchos aspectos “artificiosas” y pusieron de manifiesto “una agudeza política y una habilidad tal vez inesperadas”.
Se refiere Costeloe a que esas elecciones inauguraron una serie de prácticas que luego serían muy comunes pero no por ello menos condenables. En ese tiempo no había partidos, había logias masónicas, la Yorkina y la Escocesa, que con tal de asegurarse el poder no repararon en recursos. Cada logia adoptó su estrategia para atraer votantes. Los yorkinos aprovecharon el descontento general con los españoles para acusar a los escoceses de querer volver a poner al país al servicio de la corona española y los escoceses por su parte, que no se atrevían a atacar a los yorkinos por sus ideas, muy populares, de democracia y federalismo, emprendieron contra ellos una guerra sucia que alcanzó hasta la vida privada de los candidatos. Al final no hubo debate de ideas sino una competencia de insultos y ataques personales. Por si fuera poco, unos y otros enviaron delegados por todo el país generosamente provistos de fondos para coaccionar y sobornar electores y unos y otros también mandaron imprimir boletas con el nombre de sus candidatos y daban dinero a cambio de que los electores las usaran para votar. Como los yorkinos controlaban el gobierno, los empleados gubernamentales fueron amenazados con el despido si no votaban por sus candidatos. Además, el día de las elecciones apostaron a sus secuaces cerca de los lugares de votación y compraban las listas de los escoceses, y a los que se negaban los echaban con insultos de las mesas de votación. Carlos María Bustamante decía que fue tal el mercadeo de votos que varios votantes llegaron a celebrar subastas en las calles para vender su voto al mejor postor.
Francisco de Paula y Arrangoiz describió así nuestras primeras elecciones: “En México, donde no hay opinión formada en el pueblo; donde las elecciones primarias se hacen al arbitrio de los comisionados para formar los padrones, y las de segundo y tercer grado son el resultado de las intrigas que se ponen en ejercicio con los electores primarios y secundarios, el sistema representativo es una verdadera farsa, muy costosa para el país algunas veces. Así es que cada partido tiene a mano sus diputados y senadores: como en el teatro sucede, se sabe con anticipación quiénes son los actores, cuáles los primeros galanes, los graciosos y los bufones, que de todo hay en los Congresos”.
Lo más lamentable es que, como está a la vista, muchas de esas prácticas se mantienen mejoradas y sofisticadas gracias a la tecnología. Muy grave es que después de lo que pasó en el 2006 y del elevado costo que hemos tenido que pagar por la división que generó la insatisfacción por aquellas elecciones, en 5 años que han pasado desde entonces no se ha logrado una reforma electoral que de realmente certidumbre sobre el proceso del 2012 y ni el IFE ha avanzado en credibilidad, al grado de que incluso no hay acuerdo para designar a sus consejeros pendientes. ¿Qué estarán esperando?

Publicado en Unomásuno el 5 de julio de 2011.

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