sábado, 29 de octubre de 2011

DISCURSOS ENGAÑOSOS, PREGUNTAS A LOS PRECANDIDATOS

Hay dos discursos que han sido el eje de las precampañas adelantadas que arrancaron casi desde que inició el actual gobierno. Uno es ese que afirma que vivimos “mejores tiempos” que los de los años priístas, que “gracias al PAN” ahora “sí tenemos” democracia, transparencia, libertades, lucha contra la pobreza, combate al narco, etc., etc. Y otro es ese que asegura exactamente lo contrario, que los tiempos que vivimos son los peores que hemos tenido y que por eso es preferible volver a los estilos con que nos gobernaban los priístas, porque ellos sí que sabían hacer las cosas bien, con democracia y transparencia, con eficacia y sensibilidad social y sin el flagelo de la violencia y la inseguridad.

La verdad es que ambos discursos son mentira pura, obviamente propaganda, pues en el fondo lo que tienden es a idealizar tanto a panistas como a priístas como si no fueran lo mismo y cuando, por otro lado, todo esto que se dice no es sino reflejo de la frivolidad y superficialidad con la que hoy se hace política y se pretenden construir “prestigios” y ganar votos, tan frívola y superficialmente como que cuando no se habla de las gracias o la belleza de las novias o las esposas se nos ofertan paraísos engañosos mediante propuestas huecas y baratas que no llegan al meollo de lo que realmente necesita el país.
¿O qué de veras hay quien pueda pensar que la “guerra del narco” fue el mayor acierto de este gobierno, que gracias a ella ahora sí se ha acabado con la impunidad y la colusión de autoridades y narcotraficantes y que resultado de ella algún día vamos a tener una gran tranquilidad? Y ya yéndonos atrás, ¿a poco hay quien pueda decir en serio que estábamos mejor en los años del PRI, cuando se tomaban las decisiones sin discusión alguna, cuando el Presidente en turno tenía a bien meter la mano en todo, en los partidos, en el Congreso, en la economía, en la seguridad, en los negocios, sin que nadie pudiera decirle nada?
Lo peor es que hay quienes se quieren pasar de listos y aparentando “más seriedad” nos ofertan las propuestas que sólo le sirven a los políticos como si fueran las propuestas ciudadanas, y por ende las que nos interesan a nosotros los ciudadanos.
Tal es el caso de la “genial” oferta que se ha venido publicitando mucho últimamente de pasar del sistema presidencialista al parlamentario y crear un jefe de gobierno o de gabinete para que gobierne junto al Presidente de la República -obvio, de un partido uno y de otro partido el otro- y hacer lo que se llama un gobierno de coalición, en realidad un gobierno de acuerdos en la cúpula, entre partidos, para repartirse el pastel por encima incluso de los votos.
Reconociendo la necesidad de una Reforma del Estado de verdad pero también que hay un saldo social negativo de los últimos 25 años por lo menos, resultado del abandono de un proyecto nacional o de la ausencia de uno nuevo, como se le quiera ver, yo pienso que deberíamos estarle formulando una serie de preguntas a quienes se dicen precandidatos con el objeto de clarificar cuáles son las soluciones que ellos proponen en caso de ser Presidentes de la República, que nos permitan trascender la frivolidad y la mera mercadotecnia en la contienda del 2012 pero también para evitar que prevalezcan los temas de los políticos sobre los temas que realmente preocupan a la sociedad. Y se me ocurren entre otras, por ejemplo, las siguientes preguntas:
¿Considera usted que el actual modelo económico es el adecuado y que hay que continuarlo, o bien que ha fracasado y por lo tanto que es necesario un modelo alternativo? En caso de esto último, ¿cuál modelo propone y qué prioridad otorga usted en el mismo a la inversión privada nacional y extranjera?
¿Estaría dispuesto a proponer y/o apoyar iniciativas para ampliar la incidencia de los ciudadanos en las decisiones del gobierno y que le den mayor poder a la gente sobre sus representantes? ¿Se sometería usted a un ejercicio de consulta para la revocación del mandato?
¿Cuál es su propuesta para asegurar que los servicios de salud y educación lleguen al mayor número, para darle viabilidad al seguro social y a las pensiones, así como para garantizarle un lugar en las universidades públicas a todos nuestros jóvenes? ¿Considera mantener los programas sociales del actual gobierno o bien impulsar una nueva política social? En este último caso, ¿cuáles serían sus criterios de operación y aplicación y cual sería su plan financiero para sostenerla?
¿Está usted de acuerdo con la reforma laboral impulsada por el actual gobierno o bien tiene una propuesta diferente? ¿De qué manera se propone preservar y aún ampliar los derechos de los trabajadores, aparejado esto a políticas de impulso al empleo y fomento al salario remunerador, y cuáles serían estas últimas?
¿Estaría usted de acuerdo con que continuara la estrategia actual en matera de seguridad o tiene un plan distinto, que a la vez que garantice la seguridad de los ciudadanos y el combate efectivo al crimen organizado, respete la ley y preserve los derechos humanos?
¿Estaría usted de acuerdo en que se continuara la actual política energética, la apertura indiscriminada para la explotación de nuestros recursos a inversionistas extranjeros, aún en áreas estratégicas, o tiene una propuesta alternativa al respecto? ¿Cuál es esa propuesta y de qué manera la vincula con la necesidad de modernizar nuestra industria e impulsar el desarrollo del país? ¿Tiene un plan específico para PEMEX y considera políticas de apoyo a las energías alternativas?
¿Estaría usted de acuerdo en que continuara el régimen de privilegios fiscales para los grandes capitales y la preservación de los monopolios o tiene una propuesta de reforma fiscal alterna? En caso de tenerla, ¿de que manera la piensa plantear como herramienta de redistribución de la riqueza y de justicia, así como de sostenimiento del Estado?
¿Está usted de acuerdo con el planteamiento de que estamos mejor que hace 10 años, o bien piensa que es necesario un cambio en las políticas gubernamentales? De ser así, ¿qué piensa hacer para reducir efectivamente la pobreza y para elevar el nivel de vida de la mayoría sin desalentar la inversión privada y sin olvidarse de las clases medias?
¿Cree usted que los problemas de México se arreglarían sólo con un cambio de régimen político, mediante un pacto entre los partidos, o es necesario ir más allá y hacer cambios más profundos en materia económica y social? En caso de ser así, ¿cómo los diferenciaría de las políticas populistas de antaño y cómo piensa hacerlos realidad en un marco de democracia ampliada? ¿Qué lugar le da usted en sus prioridades programáticas al combate a la corrupción y al tema de la austeridad y la transparencia en el desempeño del gobierno?
¿Qué piensa usted hacer para contribuir a mejorar efectivamente nuestra democracia, para asegurar la credibilidad en las elecciones y en las instituciones derivadas de estas? ¿Cree que el IFE funciona adecuadamente o es necesaria una reforma del mismo que garantice su plena representatividad ciudadana? ¿Cree que los partidos deban seguir siendo los que decidan su integración, o bien qué opina de que los consejeros del IFE fueran electos de manera directa por los ciudadanos?
¿Sería usted promotor de la idea de que el Procurador General de la República y el Presidente de la Suprema Corte fueran electos de manera directa por los ciudadanos?
Y finalmente ¿estaría usted dispuesto a apoyar la realización de un nuevo Congreso Constituyente, como la base para un Nuevo Pacto Social, o cree que basta con hacer alianzas partidistas y legislativas en el marco legal actual
Esperamos las respuestas.

Publicado en Unomasuno el 13 de septiembre de 2011.

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